Muy queridas familias de la Prelatura:
Estamos en un mes maravilloso del AÑO 2011, dedicado a LA VIDA y a LA FAMILIA. Ya el día 25 de marzo pasado en el día del ‘NIÑO POR NACER’, mamá, papá, los niños, los jóvenes, la familia, las mamás embarazadas, las escuelas, los hospitales y los medios de comunicación promovieron el objetivo del año: “Apostar y defender LA VIDA y LA FAMILIA”. Son signos que generan esperanza y vida y “mientras haya VIDA, habrá ESPERANZA”, así como “mientras haya ESPERANZA habrá VIDA”. ¡VIDA Y ESPERANZA’ son dos realidades humanas inseparables que tiene la fuerza en su origen divino.
Muchos acontecimientos del mes de mayo estimularán, animarán, vivificarán y harán que nos sintamos, tanto en nuestro País como en la Iglesia de Cristo, llenos de alegría. Esa alegría que nos comunica la Pascua de Jesús recientemente celebrada, compartida y experimentada.
Puntualmente, el día 1º se nos presenta con el DÍA DEL TRABAJO, cuyo Patrono es San José Obrero, el padre adoptivo de Jesús y el esposo de María: la Sagrada FAMILIA de Nazaret. Promocionar la ‘cultura del trabajo’ en nuestra Nación será un medio eficaz para cambiar nuestra faz ante el mundo y en nuestra Patria. Porque el trabajo dignifica a la persona y a la familia humanas; apostemos y lo propongamos como medio de recuperación de nuestra identidad argentina.
El mismo día 1º, compartiremos una fiesta extraordinaria para la Iglesia Católica: “EL PAPA JUAN PABLO II SERÁ DECLARADO ‘BEATO’” por SS. Benedicto XVI, en el día de la Divina Misericordia, fiesta instituida por Juan Pablo II hace unos años en el 2º domingo de Pascua.
JUAN PABLO II, defensor de LA VIDA habiendo sufrido un atentado mortal en su misión papal, y el gran protector de LA FAMILIA que manifestó en la Exhortación Apostólica ‘FAMILIARIS CONSORTIO’/1981 definiendo a la familia con cinco palabras: FAMILIA, SÉ LO QUE ERES”. Como estreno de su Beatificación encomendemos a su protección, con fe y confianza, los dos pilares de AÑO 2011: AÑO DE LA VIDA y AÑO DE LA FAMILIA.
Completemos el saludo de esta Carta a los Cristianos de mayo/2011 con el sentir de nuestros Obispos en la conmemoración del Bicentenario de la Revolución de mayo (1810) y de la Independencia de julio (1816). Para ello sigamos las orientaciones de nuestros Obispos en el Documento “Hacia un Bicentenario en Justicia y Solidaridad” – 2008. En él nos invitan a ser colaboradores de una Nación y una Patria que “sepa priorizar y defender en nuestra Patria el derecho a LA VIDA de cada persona y en todas sus manifestaciones, poniendo especial atención en ‘los niños por nacer’, así como a LA FAMILIA, donde ‘nuestros hermanos crecen en la pobreza y marginalidad’.
¡Abramos nuestro corazón a LA VIDA y a LA FAMILIA, desaprobando el aborto!
¡Mi bendición de Pastor y Obispo.
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