Debemos, por tanto, pensar si las obras o acciones que vamos a hacer nos alejan o acercan a Dios, Fuente de vida y santidad. Queridos hermanos y hermanas, contemplemos al Sagrado Corazón de Jesús que es fuente de vida, pues por medio de él se ha logrado la victoria sobre la muerte. También es fuente de santidad, pues en él ha quedado derrotado el pecado, que es el enemigo del progreso espiritual del hombre. Del Corazón del Señor Jesús deriva la santidad de cada uno de nosotros. Aprendamos de ese Corazón el amor a Dios y la comprensión del misterio del pecado.
Hagamos actos de reparación al Corazón divino por los pecados cometidos por nosotros y por nuestro prójimo. Reparemos por el rechazo de la bondad y del amor de Dios.
Acerquémonos diariamente a esta fuente, de la que brotan manantiales de agua viva. Pidamos, como la samaritana: “Dame de esa agua”, pues da la vida eterna. Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad. Corazón de Jesús, fuente de vida y santidad. Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados, ten piedad de nosotros (S.S. Juan Pablo II)
Rvdo. P. Juan Antonio Gil Solórzano