María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue (Lc 2,7)
Hoy celebramos el nacimiento de Jesús. Sabemos que se trata de una fecha puesta arbitrariamente, ya que en la antigüedad no era propio de los pobres celebrar sus cumpleaños; esto sólo lo hacían los ricos, como el rey Herodes (Mt 14,6; Mc 6,21) Históricamente no contamos con ninguna fuente que nos diga la fecha exacta del Nacimiento del Salvador.
Esta carencia de datos científicos nos lleva a concluir que es verdad aquella vieja frase: cada día es Navidad, si cada día nace Dios. El hecho que no se señale el día puntual del nacimiento de Cristo, lo mismo que su Pascua (aunque esta está calculada), es porque al hacerse hombre el Hijo de Dios, vino a salvar toda la historia humana, no sólo un día de ella. Es una salvación que no está circunscripta a una época, ni a un pueblo.
Esta es, precisamente, la gran noticia del Evangelio: en Cristo podemos alcanzar la salvación eterna. Dios nos ha amado tanto que vino a rescatarnos del mal que nosotros mismos producimos: No sólo del pecado original, sino de todas las faltas que realizamos conciente y libremente a lo largo del tiempo. De hecho el angel que se le aparece a los pastores les anuncia esto: les traigo una buena noticia (eu-angelion), una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor (Lc 2, 10-11)
En esto consiste el Evangelio, en saber que en Cristo todos podemos salvarnos y que, por lo tanto, no tenemos por qué resignarnos al mal del mundo, ni a nuestras propias maldades. Podemos salir de todas ellas. Jesús es nuestro hermano salvador. Por eso San Lucas lo presenta como el primogénito
Efectivamente, cuando se refiere a Jesús como el primogénito, no lo hace con la intención de señalar que la Virgen María tuvo otros hijos con San José. De hecho este término se aplica al primer hijo. Llegue o no a tener hermanos, se lo denomina así. Pero, todavía más: hay que entender este título dentro de la Teología Paulina (Recordemos que Lucas es discípulo de Pablo). Jesucristo es el primogénito de toda la creación, el primero en resuscitar, es el primero en todo, en el que toda la creación debe ser recapitulada (Cf Col 1, 15. Ver también Heb 1,6); el primogénito de muchos hermanos (Rom 8,29). Evidentemente, no se refiere a hijos de la Virgen y San José, sino a todos los hombres que pueden ser salvados. Viendo así las cosas, es claro que en la Biblia no se dice que la Virgen tuvo otros hijos, sino que todos somos hermanos (menores) de Cristo y que en Él, podemos ser salvos.
En esta Navidad, dejémonos arropar entonces por la Virgen con la Salvación que Cristo nos trajo. Así como lo envolvió en pañales en el pesebre, que Ella también nos vista con esa salvación; que nos revista de Cristo Jesús, su Primogénito
Hoy celebramos el nacimiento de Jesús. Sabemos que se trata de una fecha puesta arbitrariamente, ya que en la antigüedad no era propio de los pobres celebrar sus cumpleaños; esto sólo lo hacían los ricos, como el rey Herodes (Mt 14,6; Mc 6,21) Históricamente no contamos con ninguna fuente que nos diga la fecha exacta del Nacimiento del Salvador.
Esta carencia de datos científicos nos lleva a concluir que es verdad aquella vieja frase: cada día es Navidad, si cada día nace Dios. El hecho que no se señale el día puntual del nacimiento de Cristo, lo mismo que su Pascua (aunque esta está calculada), es porque al hacerse hombre el Hijo de Dios, vino a salvar toda la historia humana, no sólo un día de ella. Es una salvación que no está circunscripta a una época, ni a un pueblo.
Esta es, precisamente, la gran noticia del Evangelio: en Cristo podemos alcanzar la salvación eterna. Dios nos ha amado tanto que vino a rescatarnos del mal que nosotros mismos producimos: No sólo del pecado original, sino de todas las faltas que realizamos conciente y libremente a lo largo del tiempo. De hecho el angel que se le aparece a los pastores les anuncia esto: les traigo una buena noticia (eu-angelion), una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor (Lc 2, 10-11)
En esto consiste el Evangelio, en saber que en Cristo todos podemos salvarnos y que, por lo tanto, no tenemos por qué resignarnos al mal del mundo, ni a nuestras propias maldades. Podemos salir de todas ellas. Jesús es nuestro hermano salvador. Por eso San Lucas lo presenta como el primogénito
Efectivamente, cuando se refiere a Jesús como el primogénito, no lo hace con la intención de señalar que la Virgen María tuvo otros hijos con San José. De hecho este término se aplica al primer hijo. Llegue o no a tener hermanos, se lo denomina así. Pero, todavía más: hay que entender este título dentro de la Teología Paulina (Recordemos que Lucas es discípulo de Pablo). Jesucristo es el primogénito de toda la creación, el primero en resuscitar, es el primero en todo, en el que toda la creación debe ser recapitulada (Cf Col 1, 15. Ver también Heb 1,6); el primogénito de muchos hermanos (Rom 8,29). Evidentemente, no se refiere a hijos de la Virgen y San José, sino a todos los hombres que pueden ser salvados. Viendo así las cosas, es claro que en la Biblia no se dice que la Virgen tuvo otros hijos, sino que todos somos hermanos (menores) de Cristo y que en Él, podemos ser salvos.
En esta Navidad, dejémonos arropar entonces por la Virgen con la Salvación que Cristo nos trajo. Así como lo envolvió en pañales en el pesebre, que Ella también nos vista con esa salvación; que nos revista de Cristo Jesús, su Primogénito
Feliz Navidad para todos