Querida familia…
Un saludo cordial. De nuevo les llega esta “Carta a los Cristianos”, como un vínculo que nos une a todos los que pertenecemos a la Iglesia de la Prelatura de Cafayate, para animarnos en este año 2012 a vivir nuestra fe con más fuerza, alegría y compromiso.
Supongo que conocen que el papa Benedicto XVI ha convocado a todos los cristianos para vivir un “Año de la fe”. Este comenzará el 11 de octubre de 2012 y concluirá el 24 de noviembre de 2013. Un año de la fe es un tiempo para tomar conciencia de lo que creemos y reafirmar la fe que recibimos en el Bautismo. Sólo después podremos evangelizar con nuestra palabra y sobre todo con nuestra vida cotidiana.
La fe es un gran don de Dios, del que a veces no somos del todo conscientes. Una rueda para que gire bien, no basta con que sea perfectamente circular. Se necesita además que esté bien centrada. El cristiano, la familia, la parroquia, la Iglesia no pueden girar bien, ni caminar hacia delante, sino están bien centrados en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, que es el eje de nuestra fe. La caridad, los sacramentos, la oración, incluso la misma evangelización, vividas sin una referencia clara y directa hacia el núcleo de la fe, originan cristianos descentrados.
Como los radios de una rueda, en este año, centrémonos bien en torno a nuestra fe: conozcámosla un poco más, profundicemos en ella y vivámosla con más autenticidad.
En este mes de marzo tenemos dos ejemplos a considerar, como personas de fe: San José (día 19) y la Virgen María en el misterio de la Anunciación (día 26). ¡Cuanta fe necesitaron los dos para creer el anuncio del Ángel y la Encarnación del Hijo de Dios!
No se olviden que el día 25 se celebra en nuestra Patria, desde hace varios años, el “Día del niño por nacer”. Nunca como ahora ha estado tan amenazada la vida de los “no nacidos”. Como personas de bien y como cristianos no podemos consentir en el nuevo genocidio que muchos quieren imponer legalmente.
Me despido de ustedes recordándoles que estamos en plena Cuaresma, un tiempo para prepararnos espiritualmente a la celebración de los misterios fundamentales de nuestra fe: La pasión, muerte y resurrección de Cristo.
Un abrazo, con mi oración, para cada uno de ustedes.
Fray Santiago Alcalde, OSA
Vicario de Pastoral
Click aquí para ver toda la carta
Un saludo cordial. De nuevo les llega esta “Carta a los Cristianos”, como un vínculo que nos une a todos los que pertenecemos a la Iglesia de la Prelatura de Cafayate, para animarnos en este año 2012 a vivir nuestra fe con más fuerza, alegría y compromiso.
Supongo que conocen que el papa Benedicto XVI ha convocado a todos los cristianos para vivir un “Año de la fe”. Este comenzará el 11 de octubre de 2012 y concluirá el 24 de noviembre de 2013. Un año de la fe es un tiempo para tomar conciencia de lo que creemos y reafirmar la fe que recibimos en el Bautismo. Sólo después podremos evangelizar con nuestra palabra y sobre todo con nuestra vida cotidiana.
La fe es un gran don de Dios, del que a veces no somos del todo conscientes. Una rueda para que gire bien, no basta con que sea perfectamente circular. Se necesita además que esté bien centrada. El cristiano, la familia, la parroquia, la Iglesia no pueden girar bien, ni caminar hacia delante, sino están bien centrados en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, que es el eje de nuestra fe. La caridad, los sacramentos, la oración, incluso la misma evangelización, vividas sin una referencia clara y directa hacia el núcleo de la fe, originan cristianos descentrados.
Como los radios de una rueda, en este año, centrémonos bien en torno a nuestra fe: conozcámosla un poco más, profundicemos en ella y vivámosla con más autenticidad.
En este mes de marzo tenemos dos ejemplos a considerar, como personas de fe: San José (día 19) y la Virgen María en el misterio de la Anunciación (día 26). ¡Cuanta fe necesitaron los dos para creer el anuncio del Ángel y la Encarnación del Hijo de Dios!
No se olviden que el día 25 se celebra en nuestra Patria, desde hace varios años, el “Día del niño por nacer”. Nunca como ahora ha estado tan amenazada la vida de los “no nacidos”. Como personas de bien y como cristianos no podemos consentir en el nuevo genocidio que muchos quieren imponer legalmente.
Me despido de ustedes recordándoles que estamos en plena Cuaresma, un tiempo para prepararnos espiritualmente a la celebración de los misterios fundamentales de nuestra fe: La pasión, muerte y resurrección de Cristo.
Un abrazo, con mi oración, para cada uno de ustedes.
Fray Santiago Alcalde, OSA
Vicario de Pastoral
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