Los concejos del Papa Francisco a los consagrados y ministros para mantener su alegría, su testimonio de vida y muchos otros más.
Alegre conciencia de sí.
Ser memoriosos de la hora en que fuimos llamados.
Dejarse mirar por el Señor (que tiene mal gusto para enamorarse de nosotros).
La vida en comunidad, viviendo la comunión de unos con otros.
Lo compartimos para disfruten de las píldoras humorísticas con que imparte estas lecciones de vida.