El Libro de los Hechos de los Apóstoles nos cuenta el episodio en su Capítulo Segundo. Allí se nos habla del Don de Lenguas: Los discípulos tras haber recibido el Espíritu Santo salen afuera y hablan en distitnas lenguas.
Ese Don no ha cesado en toda la historia de la Iglesia y nosotros estamos también llamados a vivirlo. La Liturgia de las Horas nos trae un magnífico sermón de un autor africano del siglo sexto. Allí el autor expresa
Por tanto, si alguien nos dice: "Has recibido el Espíritu Santo, ¿por qué no hablas en todas las lenguas?" debemos responderle: Hablo ciertamente en todas las lenguas ya que pertenezco al cuerpo de Cristo, esto es a la Iglesia, que habla en todas las lenguas. Lo que Dios quiso entonces significar por la presencia del Espíritu era que la Iglesia, en el futuro, hablaría en todas las lenguas"Hoy hablar en lenguas quiere decir saber comprender la cultura en la que estamos e interpretarla dentro del Plan de Salvación que Dios tiene para cada cultura, dentro de la unidad plural de la Iglesia. Saberla comprender y anunciarle a quienes viven esa cultura (cualquiera sea) las maravillas de Dios.
La proclamación de esas maravillas en la lengua, en los códigos culturales en los que nos movemos, es lo que nos hace específicamente cristianos en el mundo que protagonizamos. De esa manera introducimos en ellos la fuerza del Espíritu Santo que la hace capaz de llegar a su máxima realización que es la salvación eterna.
Animémonos a hablar en las lengua de nuestra cultura las maravillas de Dios.
Feliz Pentecostés!